¿Cuáles son los valores del Banco de Tiempo?

Foco en las fortalezas – Todos tenemos fortalezas
Todo ser humano tiene algo con qué contribuir. El foco del Banco de Tiempo consiste en concentrarse en las fortalezas de las personas y no en sus debilidades. Este cambio de enfoque es más eficiente a la hora de encontrar soluciones a las necesidades de una comunidad y su mensaje fortalece su identidad en vez de disminuirla.

Redefinir el trabajo – Algunos trabajos van más allá del dinero
El trabajo debe ser redefinido para valorar todo aquello que insuma criar niños saludables, formar familias fuertes, revitalizar barrios, hacer que la democracia funcione, lograr justicia social, crear un planeta sustentable. Ese tipo de trabajo debe ser honrado, registrado y recompensado.

Reciprocidad – Dar ayuda funciona mejor si es un camino de doble sentido
La pregunta: “¿Cómo te puedo ayudar?” necesita cambiar a “¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a construir el mundo en el que vivimos?”. Muchos de los proyectos que intentan reconstruir los núcleos familiares y comunitarios, fracasan por basarse en transacciones unilaterales, donde determinados individuos reciben un servicio dado, generando una relación de dependencia y subordinación.
El Banco de Tiempo permite que las personas actúen como dadores y receptores de servicios, dando horizontalidad a relaciones recíprocas, que en la continuidad se convierten en vínculos. La participación activa de la persona que normalmente es receptora de ayuda, no sólo la redignifica, sino que también le permite sentirse útil y necesaria.

Redes sociales – Ninguna persona es una isla
Las redes son más fuertes que los individuos. Personas ayudándose mutuamente tejen comunidades de apoyo y confianza. Las relaciones especiales son construidas con el compromiso y hundiendo raíces.

Respeto – Todo ser humano importa
El respeto subyace a valores como la libertad de expresión, libertad de culto y de todo lo que valoramos. El respeto es el corazón de la democracia. Cuando se niega el respeto a alguien, todos somos heridos. La diversidad es la principal riqueza de una comunidad, pero solamente a través del respeto como valor fundamental, es posible superar el miedo que siempre implica afrontarse a alguien nuevo y diferente. Debemos respetar donde las personas se encuentran en el presente, no donde nosotros esperamos que estén en algún momento futuro.